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La cara oculta de la planta desalinizadora que avanza a paso firme en Puchuncaví y Quintero

  • Foto del escritor: entrelazadoscl
    entrelazadoscl
  • 24 jul 2023
  • 2 Min. de lectura

Controversia en la sociedad ha generado un proyecto que espera construir y operar una planta desalinizadora de agua de mar en la bahía de Puchuncaví, Quinta Región, que está diseñada para convertir hasta 1.000 litros por segundo de agua salada en agua dulce.


Las plantas desalinizadoras las han hecho ver públicamente como una opción positiva frente a la sequía y la desertificación que avanza fuerte en nuestro país, sin embargo, poco se habla de la conexión directa que tiene, por ejemplo, con la gran minería y las consecuencias nefastas y devastadoras hacia los ecosistemas marinos. Ya que las plantas que desalinizan agua, succionan el agua de mar, le extraen las sales minerales, volviéndola agua dulce y la sal restante la devuelven al mar. Imaginemos entonces, si el promedio de extracción de agua de mar de las plantas desalinizadoras va entre 1.000 y 4.000 litros por segundo, ¿cuánta sal están devolviendo a las bahías y costas?



Al succionar agua, los organismos pueden morir, o presentar lesiones que afecten su vida. Incluso se puede afectar de manera drástica la biodiversidad existente en las zonas donde devuelven el exceso de sal, de sustancias químicas tóxicas (como cloro y cobre en altas concentraciones), volviendo “estériles” o sin biodiversidad a esas playas o bahías, lo que afecta a las tramas tróficas marinas, al turismo local y las fuentes de trabajo artesanal, preferentemente de pescadores y recolectores.



Es importante atender lo anterior, ya que, el fuerte de la vida marina se encuentra en las primeras 10 millas (o 16 kilómetros aproximadamente) desde la costa, por lo que, si el exceso de sal se deposita a pocos metros de la orilla de costa, está afectando no sólo a las especies adultas, sino que también a las millones de larvas de múltiples especies que habitan cerca de las costas, lo que a mediano plazo estará afectando directamente a la pesca sustentable.



Según las noticias más recientes publicadas durante este año, Chile ya tiene 28 plantas desalinizadoras en operación y construcción. El primer catastro nacional de plantas procesadoras de agua de mar reveló que la cantidad total de instalaciones en operación tienen una capacidad actual de 8.200 litros por segundo, y de hecho, podría triplicarse hacia el año 2028.



En vista del auge que están teniendo las plantas desalinizadoras en nuestro país, sin duda hace falta que las políticas públicas las pongan en materia prioritaria y que la ciudadanía despierte ante estas problemáticas, que no sólo afectan lo que está bajo el agua, muriendo de manera silenciosa, si no que también están afectando de manera directa a las poblaciones humanas dependientes del océano.



Por:

Camila Ahrendt

Bióloga marina, investigadora y divulgadora.

 
 
 

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